Amo la Ciudad de México cuando se queda sola en semana santa, los días son despejados, las tardes tranquila y las noches frescas que invitan a salir, no hay tránsito pesado; llegas a cualquier lugar en 15 o 20 minutos. Es la Ciudad ideal. En cambio los destinos turísticos están abarrotados, si acampas tienes que esquivar casas de campañas y buscar una sombra, en hotel debes reservar o pagar carísimo por una mini habitación, no hay camastros libres, y la alberca; compartidísima, debes esperas mucha a que llegue la comida en cualquier lugar, en fin: Todo lleno. Pero aún así y con un poco, sólo un poco de suerte las vacaciones fuera de la Ciudad y de la cotidianidad no las cambio por nada.
Las vacaciones; el cambio de la rutina y la recompenza por un periódo de tiempo trabajado, (si vivo en la playa unas vacaciones en el bosque o a ora playa) y en mi caso también la novedad juega un papel importante, un destino desconocido para mi le pone pimienta a la situación.
En este caso el destino fue la playa de Troncones, donde hay espacio suficiente para los vacacionistas, no es barato pero en esta temporada ¿qué lugar lo es? Los bungalwos son muy cómodos, alberca para refrescarse y descansar un poco del vaivén del mar. En las vacaciones valoro el tiempo, ejercito la paciencia, y las principales decisiones que se toman son: primero como y luego me tiro al sol, o primero al sol y luego al mar, o caminamos por la orilla del mar o hacemos un castillo. Que delicia!
También existen contratiempos, el ardor del sol por una piel delicada o el uso de un mal bloqueador, la falta de las chanclas adecuadas etc. Pero con todo y todo, las vacaciones en la playa son deliciosas, la brisa el sonido del mar, los pies jugando en la arena; y el descanso. Gran trofeo…
A modo de conclusión hay un millón de cosas positivas y negativas en las vacaciones pero esperarlas y tenerlas es delicioso, quedarse en casa a disfrutar la tranquilidad o viajar al sol y arena, el despejar la mente y el cuerpo es una bendición. Aunque lo peor de las vacaciones; es que terminan, pero de no terminar tampoco iniciarían nuevas. ¿Cuál será el próximo destino?