jueves, 28 de abril de 2011

TRONCONES

Amo la Ciudad de México cuando se queda sola en semana santa, los días son despejados, las tardes tranquila y las noches frescas que invitan a salir, no hay tránsito pesado; llegas a cualquier lugar en 15 o 20 minutos. Es la Ciudad ideal. En cambio los destinos turísticos están abarrotados, si acampas tienes que esquivar casas de campañas y buscar una sombra, en hotel debes reservar o pagar carísimo por una mini habitación, no hay camastros libres, y la alberca; compartidísima, debes esperas mucha a que llegue la comida en cualquier lugar, en fin: Todo lleno. Pero aún así y con un poco, sólo un poco de suerte las vacaciones fuera de la Ciudad y de la cotidianidad no las cambio por nada.

Las vacaciones; el cambio de la rutina y la recompenza por un periódo de tiempo trabajado, (si vivo en la playa unas vacaciones en el bosque o a ora playa) y en mi caso también la novedad juega un papel importante, un destino desconocido para mi le pone pimienta a la situación.

En este caso el destino fue la playa de Troncones, donde hay espacio suficiente para los vacacionistas, no es barato pero en esta temporada ¿qué lugar lo es? Los bungalwos son muy cómodos, alberca para refrescarse y descansar un poco del vaivén del mar. En las vacaciones valoro el tiempo, ejercito la paciencia, y las principales decisiones que se toman son: primero como y luego me tiro al sol, o primero al sol y luego al mar, o caminamos por la orilla del mar o hacemos un castillo. Que delicia!

También existen contratiempos, el ardor del sol por una piel delicada o el uso de un mal bloqueador, la falta de las chanclas adecuadas etc. Pero con todo y todo, las vacaciones en la playa son deliciosas, la brisa el sonido del mar, los pies jugando en la arena; y el descanso. Gran trofeo…

A modo de conclusión hay un millón de cosas positivas y negativas en las vacaciones pero esperarlas y tenerlas es delicioso, quedarse en casa a disfrutar la tranquilidad o viajar al sol y arena, el despejar la mente y el cuerpo es una bendición. Aunque lo peor de las vacaciones; es que terminan, pero de no terminar tampoco iniciarían nuevas. ¿Cuál será el próximo destino?

domingo, 17 de abril de 2011

Casi un pueblo

Amo las metáforas, nos dan la opción de entender desde otra dimensión, o de ni enterarte de la “otra” dimensión; y si así debe ser “la ignorancia” te acogerá. Pero si la metáfora es entendida, cuantas sorpresas nos puede dar.

Cómo se puede estar ¿tan lejos y tan cerca? O viceversa, dormir con alguien y no conocerle, o estar a kilómetros de distancia y disfrutar su compañía. Pareciera que en ocasiones debemos tomar distancia en las relaciones para estar mas cerca, dar la vuelta al mundo para llegar por el lado opuesto y entonces sí estar cerca.

Restaurar un corazón roto al mismo tiempo que se encuentra o se busca el propio lugar en el mundo con Esperanza, o vivir el dolor según alguien más como un hermano, por ejemplo.

Otra metáfora: la del zapato perdido de Marce, quien al buscarlo intentaba encontrar el amor perdido, el compañerismo el sentido de la propia vida que estaba más perdido que el zapato. Amor que se encuentra en relaciones que el cotidiano día a día se encarga de brotar, cuantas parejas confían en estar enamorados sin estarlo y otros están enamorados sin saberlo. Suerte de quien descubre su engaño y puede caer en el amor como Andy y Cha, volar en su búsqueda o exigir sea retribuido en cantidad el amor que se dio o recibió cómo si pudiéramos pesarlo o medirlo y hacer el justo trueque, pero qué caso tendría; finalmente tampoco gozaríamos de alguna garantía.

El placer y el dolor que nos dan las relaciones personales, y principalmente las de pareja las vamos catalogando, clasificando y situando como en listas: duele - no duele, da miedo - no da miedo; debería de doler o dar miedo pero no da etc. Cada individuo va formando y forjando la imagen del amor, el dolor, el miedo, la soledad, y los deseos según su… posibilidad.

Estas fueron algunas de las reflexiones que me dejó “Casi un pueblo.” Un fluir de historias en las que los cuatro actores cambian de personajes y transmiten en el público la identificación, el rechazo, la duda o ternura. Representados con mayor y menor maestría según el personaje, Gina empalaga y al final llena de ternura, Esperanza llena de desesperanza y angustia, Este confunde, Jaime da lástima, Luis una incógnita inmensa pero la cuestión del dolor… que peligroso, a Sonia no le creo, pero Marce es como tantas mujeres sumergidas en el sinsentido.

Un individuo puede ser “Casi un pueblo” somos tan diversos en pensamiento y emociones; según la etapa de la vida y los momentos del alma.

domingo, 16 de enero de 2011

OTRA VEZ?

OTRA VEZ INTENTANDO...
Ya no se si estoy jugando o quiero tomarlo enserio. Aquí vamos.

Ya no recuerdo no cómo usar esto del blog, pero si que quiero retomarlo, esto es una pequeña prueba; y a ver qué pasa...

martes, 4 de agosto de 2009

martes, 5 de mayo de 2009

lunes, 23 de febrero de 2009

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Quiero compartir esta experiencia,  espero sea de su agrado y anexen sus  comentarios.

Besos